Mi nombre es Cristina E. Lozano y soy de Santander, aunque he vivido en tantos sitios que siento que soy un poquito de todas partes.
Quizá me guste tanto la naturaleza por haber nacido entre el mar y la montaña. Es lo que tiene ser made in Cantabria, que de pequeña en vez de al centro comercial te llevan a caminar por el bosque, a subir montañas, a saltar las olas y a correr por la playa.
Mientras estudiaba en la universidad, donde me licencié en Periodismo e Historia, me tocó vivir la época de los ‘vuelos baratos’ y le cogí el gusto a eso de viajar: iba y venía por Europa por un puñado de euros (¡a veces céntimos!). Así aprendí a organizar, a gestionar y a improvisar. Se me daba bien y me gustaba, mucho. Y entonces me di cuenta de una cosa: el mejor viaje es el que se hace.
Pasé un año en Bélgica, una temporada en Inglaterra y otra en Tailandia. Aprendí idiomas, conocí nuevas costumbres y me acostumbré a nuevos sabores. Quité miedos, me hice autónoma, fuerte e independiente. Hasta que un día surgió la oportunidad de mudarme a Noruega y allí me fui, ¡hasta más allá de Bergen en furgoneta desde Santander!
Aquellos fueron años de mucho aprender, de mucha naturaleza y, sobre todo, de mucho trabajar, por primera vez, en el sector turismo. En Noruega descubrí que además de viajar me gusta mucho ayudar a otras personas a hacerlo. Por eso, entre los fiordos decidí formarme y convertirme en guía turística, actividad que seguí ejerciendo después en Portugal y en España, donde me acredité como guía oficial.

Ahora combino mi actividad como periodista y viajera con la de guía acompañante en WOM, de largo la mejor agencia con la que he trabajado. Me encanta Ana y me encanta el respeto y el cariño con el que tratamos a cada una de las viajeras, cómo cuidamos los itinerarios y sitios que visitamos, cómo nos esforzamos en ser turistas responsables, etc.
Disfruto planteando retos a las viajeras, sorprendiéndolas con lugares que no se esperan y visitando los que ellas desean. Sin prisa pero sin pausa, sacando el máximo partido al viaje pero guardando huequitos para disfrutar del momento con tranquilidad. Abiertas a la improvisación, a seguir nuestro instinto y a brindar. A reírnos, a reírnos mucho, a pasear, a comer cosas ricas y a crear buenos recuerdos y bonitas fotos hasta la próxima vez que volvamos a viajar.
[…] – ¿Conoces a Cristina? […]