Una manera muy práctica de alcanzar los objetivos que una se propone es mediante la visualización. Así que vamos allá:
Cierra los ojos e imagínate donde te irías si no dependiera de nada ni nadie más que de ti. Olvídate de la situación, de las obligaciones, del trabajo,… solo concéntrate en lo que estarías haciendo si hoy te hubieses levantado y una genia de la lámpara te dijese, ¡elige un destino que nos vamos!
Dedícate tiempo para pensar qué es lo que tú necesitas. Consejo: tómate un rato de relax en soledad (una horita), con tu copita de vino en mano, unas velas y el móvil desconectado. ¿Lista?
Ahora coge un folio en blanco y escribe en mayúsculas MIS SUEÑOS VIAJEROS (te adjunto una plantilla por si prefieres descargarla AQUÍ). Debajo ve escribiendo por orden de necesidad los lugares o situaciones que no te quieres perder por nada del mundo. Puedes escribir todos los que quieras, sin olvidar priorizar en la parte alta los que tienes que cumplir si o si (si los hay). Incluso si quieres pegar imágenes a modo collage de los sitios en los que te gustaría estar, mejor aún.
Recréate, sueña grande, imagínate feliz y libre, deja volar tu imaginación.
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